miércoles, 19 de octubre de 2011

19-10-2011 TITANIC .

 

TITANIC

 

 

En los salones del Titanic cada grupo sigue adelante con sus actividades. En uno de ellos la gente baila feliz mientras la orquesta toca alegres tonadas. En otro la gente come exquisitos manjares y saborea delicados vinos de las mejores cepas del mundo.

En cubierta, recostados en cómodas reposeras grupos de la "elite banquera" negocia  fusiones y estima los medios de llevar grandes cantidades de oro metálico a sudamérica como ahorros seguros de verdadero valor financiero ya que los billetes de dólar están a punto colapsar sincerándose en su ausencia total de valor.

En muchos camarotes parejas de amantes y hombres maduros con jovencitas muy bien pagas se entregan a juegos de amor.

 

Mientras tanto el Titanic se hunde irremisiblemente.

Un gigantesco témpano ha cortado su casco debajo de la línea de flotación y el gigantesco navío se hundirá en el lapso de una hora muriendo en el naufragio la mayoría de sus tripulantes y pasajeros.

Solo un pequeño grupo de personas que escucharon los ruidos del hielo y estudiaron la situación real se apresta para abandonar el gigantezco buque en los botes salvavidas.

 

Son los EGREGOROI  , que velaban y estaban alertas sobre la catástrofe global que se avecinaba por las señales profetizadas de antaño.

 

Hoy el hemisferio norte es un gigantesco Titanic, que se precipita al Maelstrom monetario, financiero, geológico y geopolítico, mientras numerosos grupos de gentes y países enteros continúan ocupándose de "otras cosas".

 

Realizan "reuniones" de "dirigentes" y comunican "soluciones" que nunca han servido ni servirán ahora. Comparten "mentiras" endulzadas para debilitar a la "cultura" occidental, o cadenas de "paz, amor y buenas ondas" con músicas  atrapantes e imágenes de paisajes bellísimos.

 

Mientras Europa y Norteamérica se incendian al compás de los "indignados" que se han hartado de las mentiras de los gobiernos.

 

El Universo entero  - entretanto -   nos mira atónito, descreyendo del grado de necedad en que han caído las grandes mayorías .

 

 

 

 

Ing. Fernando M. Fluguerto Martí

Miércoles 19 de octubre de 2011

 

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